Las personas se someten a cirugía plástica por todo tipo de razones, desde la salud hasta la autoestima. También conocido como ritidectomía, un rejuvenecimiento facial es uno de varios procedimientos de cirugía plástica que está diseñado para restaurar la juventud y la vitalidad de sus funciones.
Un estiramiento facial se dirige específicamente a las líneas, arrugas e imperfecciones en la cara.
Hay muchos tipos diferentes de estiramientos faciales, que van desde un estiramiento facial de plano profundo hasta un mini estiramiento facial.
La pérdida de tono muscular y elasticidad de la piel son una parte natural del envejecimiento. Mientras que algunos profesionales médicos recomendarán un régimen regular de ejercicios faciales para ajustar todo, un estiramiento facial tendrá un efecto más permanente.
Antes
Después
Un estiramiento facial reduce las arrugas y la flacidez de la piel en la cara y el cuello causada por el envejecimiento o la pérdida de peso. El procedimiento elimina el exceso de piel, aprieta los músculos subyacentes y vuelve a trazar la piel en una posición más alta. Los resultados van más allá de lo que se puede esperar de las inyecciones para combatir las arrugas como el Botox.
Cada paciente se cura a un ritmo diferente y los pacientes más jóvenes generalmente sanan más rápido que los pacientes mayores. Los pacientes pasan por 3 etapas de curación. La primera etapa dura alrededor de 10 días. Durante este tiempo, la hinchazón aumentará hasta el cuarto día y luego comenzará a desaparecer. De 10 días a 14 días, la mayoría de los pacientes descubren que la hinchazón y hematomas han disminuido hasta el punto de que las actividades sociales y laborales pueden reanudarse. De 3 semanas a 6 meses, la curación continúa hasta que se alcanzan los resultados finales. En la mayoría de los pacientes, el 90% del resultado final será visible después de 3 meses.
La edad no es el factor más importante para determinar la candidatura para la cirugía de rejuvenecimiento facial; la elasticidad de la piel y la salud general tienen mucho más que ver con la capacidad del paciente para someterse a este procedimiento. La mayoría de los pacientes que se someten a una ritidectomía tienen entre 40 y 70 años. Sin embargo, las personas mayores de 70 años también se pueden beneficiar de la cirugía. Se puede evaluar más a fondo la textura y la condición de la piel de cada paciente para hacer juicios individuales y recomendaciones con respecto a la candidatura.